Como un Domingo cualquiera,
el Madrid suma, y sigue,
y lo hace a ritmo de vals,
a veces lento,
a veces rápido.
Como un Domingo cualquiera,
regreso a casa y subo las escaleras,
es un Domingo cualquiera,
pero mirando más allá,
más allá incluso del Lunes,
estos Domingos son los que cuentan,
los que añaden a la suma,
y los que al final lo consiguen,
suma y sigue.
Así avanza el Madrid de Carletto,
a veces lento,
a veces rápido,
pero firme.
Lo que empezó como un Dios dirá,
tiene al madridismo en vilo,
pendiente incluso del triplete,
Explotó Jesé,
le siguió Benzema,
Bale calló cielo y tierra,
Cristiano a lo suyo,
y hasta Marcelo se permite marcar.
No contentos con eso,
sacamos los cornes como si fuéramos el Barça,
a lo corto,
pero con más césped.
Me gusta, y me cuadra este Madrid,
aunque hay minutos que añoro aquellas contras,
que empezaban en Ramos,
y remataba hasta Higuaín.
Muchos ven el triplete,
yo, sinceramente,
con Liga y Champions me apaño,
la Copa para el Tata,
que falta le hace beber.
Y sigo soñando.
¿Como no voy a soñar?
Miro adelante y lo único que me asusta es el Bayern,
ojalá no me despierten,
porque quiero seguir soñando,
como un Domingo cualquiera,
bajo la ceja de Carletto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario