Sin diccionarios

El Madridismo no aparece en diccionarios, como no podría aparecer la palabra Dios, ni la palabra Mundo o la palabra Amor. Porque el madridismo somos todos, ya que es tan grande su dimensión, que hay madridistas de aquí a China, incluso en Estados Unidos, ese país, donde prefieren jugar al fútbol con las manos y correr hasta la línea de fondo.

El madridismo no aparece en el diccionario, porque hay tantos madridistas como opiniones, y porque si no fuéramos tantos y tan diferentes, les costaría más odiarnos, y seríamos invencibles.

domingo, 9 de marzo de 2014

Como un Domingo cualquiera...

Como un Domingo cualquiera,
el Madrid suma, y sigue,
y lo hace a ritmo de vals,
a veces lento,
a veces rápido.

Como un Domingo cualquiera,
regreso a casa y subo las escaleras,
es un Domingo cualquiera,
pero mirando más allá,
más allá incluso del Lunes,
estos Domingos son los que cuentan,
los que añaden a la suma,
y los que al final lo consiguen,
suma y sigue.

Así avanza el Madrid de Carletto,
a veces lento,
a veces rápido,
pero firme.
Lo que empezó como un Dios dirá,
tiene al madridismo en vilo,
pendiente incluso del triplete,
Explotó Jesé,
le siguió Benzema,
Bale calló cielo y tierra,
Cristiano a lo suyo,
y hasta Marcelo se permite marcar.

No contentos con eso,
sacamos los cornes como si fuéramos el Barça,
a lo corto,
pero con más césped.

Me gusta, y me cuadra este Madrid,
aunque hay minutos que añoro aquellas contras,
que empezaban en Ramos,
y remataba hasta Higuaín.

Muchos ven el triplete,
yo, sinceramente,
con Liga y Champions me apaño,
la Copa para el Tata,
que falta le hace beber.

Y sigo soñando.

¿Como no voy a soñar?
Miro adelante y lo único que me asusta es el Bayern,
ojalá no me despierten,
porque quiero seguir soñando,
como un Domingo cualquiera,
bajo la ceja de Carletto.


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