Sin diccionarios

El Madridismo no aparece en diccionarios, como no podría aparecer la palabra Dios, ni la palabra Mundo o la palabra Amor. Porque el madridismo somos todos, ya que es tan grande su dimensión, que hay madridistas de aquí a China, incluso en Estados Unidos, ese país, donde prefieren jugar al fútbol con las manos y correr hasta la línea de fondo.

El madridismo no aparece en el diccionario, porque hay tantos madridistas como opiniones, y porque si no fuéramos tantos y tan diferentes, les costaría más odiarnos, y seríamos invencibles.

jueves, 13 de marzo de 2014

La ardua tarea de criticar al madridismo

La noble y ardua tarea de criticar al madridismo, se viene repitiendo desde tiempos inmemoriables,
desde que el mundo es mundo,
y el fútbol, fútbol.

Interesante trabajo el de atacar, inventar y desestabilizar,
llevado a cabo por personajes de lo más variopinto,
en primer lugar,
los rivales,
ya se llamen indios, culés, o que sé yo,
hasta los del Cacereño puede que lo hagan,
si algún día se enfrentan,
(Si no es así, no lo duden, también lo harán)

Porque criticar al madridismo es como correr a fotografiar a la nieta de la Pantoja,
deporte nacional,
y como bien turístico y sobre todo como buena fiesta regional,
a este deporte acudirán también los profesionales más cualificados del país,
si señor,
los periodistas de primer nivel.

Esos grandes redactores,
hijos de no malas familias,
los cuales en su tiempo libre, y también en horas de trabajo,
decidieron entre uno de los dos caminos más bien sabidos para aquel que quiere forrarse escribiendo y no es J.K Rowling, ni Dan Brow.
Y sí,
como el pan y el circo nos encanta a todos,
y preferimos la herencia romana que la árabe,
esos dos caminos no son otros que la política o el cuchicheo,
si eres periodista, lo de decir que eres crítico,
es como entrar en un chiringuito de playa más colorado que Camacho y decir que no eres "guiri",
no va a colar.

Pues bien, esos son los segundos,
los periodistas, fusionados como no,
por la tercera y más fuerte de las instituciones que dañan al madridismo,
y sí,
TATATATATACHAN...
Los propios madridistas,
entre ellos los mal llamados falsos madridistas,
o madridistas disfrazados
pues no es que sean falsos madridistas,
o que se disfracen como Illara,
para nada,
a lo mejor solo animan cuando ganan,
o a lo mejor escuchan demasiado a Manolo Lama,
pero se trata más bien de oportunistas,
ojo,
que también suelen ser los defensores de los estandartes,
no me meteré yo con ninguno hoy,
por no acuñar más fama de Mourinhista,
que lo soy, y además confeso.

Pero aquellos que solo ven la paja en el ojo ajeno,
deberían sacarse el dedo del suyo,
pues a Mou lo quisisteis todos,
hasta los que firman en los periódicos.



Tres tipos de leones tiene el Bernabeu,
aparte de los de las pipas,
esos solo silban,
morder poco.

Y en pleno siglo XXI, ¿Nadie guarda a los leones?
Se podría intentar...

Lo que pasa que si en el circo no se mata a nadie,
pues hay que comprar más pan,
y el pan se vende caro,
desde 2002 exactamente la última vez,
ni los millones que gasta Florentino dan para él,
será que no todo lo compra el dinero,
o sí,
a ver que tal se le dan las voleas a Bale...

Mientras tanto,
al circo siguen acudiendo los mismos,
los que vienen a ver a los leones,
y los que confían en sus gladiadores,
y sí,
hablo de los que para mí, son los verdaderos madridistas,
aquellos que recogen los huesos de sus gladiadores,
salga quién salga a la arena,
y más,
cuando todo está en su sitio.

"Roma crece,
a ambos lados del mundo."

Y va a por la Décima.
Y mientras sea así, guardad a esos leones.
O mandarlos al Coliseo.






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